El local de Animal Cocina traduce la identidad de la marca en una experiencia espacial intensa y sensorial. Diseñado a partir de dos ejes conceptuales —el fuego y la música techno—, el espacio se construye desde la penumbra, con una iluminación tenue que combina tonos ámbar y acentos rojos para reforzar su carácter visceral y envolvente. La arquitectura propone un restaurante intuitivo, donde la distribución fluye sin rigidez, guiando al usuario a través de estímulos visuales y sonoros. Los materiales oscuros, texturas crudas y detalles metálicos enmarcan una atmósfera cargada de energía, misterio y fuerza.